23 abril 2002
Ya soy la senyora de Castell. Mi marido, se me hace tan raro decirle asi, está ya dormido. La verdad es que no me siento nada casada. Estamos en mi casa de Teià. Pitus dice que no cree en el matrimonio pero que sí para mí era importante firmar los papeles pues lo firma. La luna de miel será los dos con los niños encerrados en la casa. Ahora que no trabajará ya se lo he dicho no hay excusas: ¡¡quiero hacer el amor todos los días y si es más de una vez mejor¡ Lo cierto es que esperaba verlo más entusiasmado. ¿¡Como es posible un chico que no le guste el sexo?¡ Ha parecido más bien resignado. Cuando le he preguntado que si el problema era yo me ha dicho que no, que simplemente los dos tenemos diferentes necesidades. ¡¡pues vaya... ahora que nos hemos casado yo estaría toda la noche pero no... a la que explota ya se queda dormido y no hay manera de despertarlo¡ Me encanta su cuerpo y me encanta poseerlo aunque también me gustaría que él hiciera lo mismo conmigo pero es que a veces parecería que le da asco. Sé que es imposible pues si otros me han deseado ¿porqué no iba a hacerlo él? y además entonces ¿porqué casarse conmigo? Simplemente pues no le gusta el sexo, sí es raro pero bueno... también es cierto que nunca había conocido a un chico tan dulce como él, que me respetara tanto, que no me faltara nunca. Todos los demás han ido a lo que iban y o me han tratado con indiferencia o me han humillado pero Pitus no. Pitus es bueno y me quiere ¡¡y se ha casado conmigo para complacerme¡ Esto es muy importa. Es lo primero que tengo que tener en cuenta. Él está muy ilusionado con adoptar a mis niños. Han sido el único padre que han tenido y lo mejor es que me quiere. Desde luego no me puedo quejar. Soy una mujer afortunada.
La crónica de esta sencilla boda pero llena de cariño ha comenzado con una rosa.
--venga, dormilona. Que llegamos tarde... ¡¡¿no tenías tanta prisa en casarnos?
Yo he abierto los ojos ilusionada y me lo he encontrado a él con una rosa. Es tradición hoy que el hombre le regale a la chica una rosa (ella a él un libro que le he dado después que fuera mi marido, mi marido que raro se me hace pero me encanta). Pitus me ha sonreido y me ha besado dulcemente. Yo estaba tan feliz. Era mi boda. Mi boda. Me casaba con el hombre perfecto. Él no se había afeitado. Llevaba la camisa por fuera y unos jeans pero como siempre estaba guapísimo. Yo estaba contenta con mi rosa y él muy cariñoso me ha dicho:
--tu eres la más bella.
Yo me he puesto a llorar. Él se ha ido a ocupar de los pequeños y me ha dejado la habitación a mi para que me arreglara. Yo estaba tan emocionada. No hacia más que besarlo y abrazarlo y dar gracias a la vida por poner en mi camino a alguien tan bueno.
No ha sido la boda que yo quería pero es mi boda. Pitus me había hecho jurar que no se lo diría a nadie y bueno a mí tampoco me convenía. Mi padre no me lo va a perdonar cuando se lo diga pero no podía casarme con Narciso cerca. A parte que es odioso y hubiera hecho alguna para molestarme no humillaría a Pitus de esa manera. No me iba a casar con él con mi hermanastro-amante delante. ¡¡con tal de fastidiar Narciso era capaz de decirle algo a Pitus¡¡ ¡con lo que le gusta humillar a los demás a ese falso Iker Culo¡ ¡¡En mala hora se me ocurrió tener algo con él porque ahora es una amenaza constante. ¡Acostarse con el hermanastro y en su despedida de soltero¡ ¡¡Es que cómo él hable arruina mi ya de por sí mala fama de por vida. A él seguro que lo felicitarían pero a mí... ¡¡no quiero no pensarlo¡ Pero hoy es el día de Pitus, sólo debo pensar en él. A Pitus le ha dolido que gastara dinero en eso pero se ha resignado "¡como sois las mujeres¡" --ha dicho. Es que almenos me quería dar el gusto de vestirme de novia. He ido a una tienda pequeña, muy lejos de casa para que ningún conocido me pudiera ver. Me ha gustado uno que era muy sencillo y sin tocado. Blanco, eso sí. Estrecho, con un buen escote. Nada recargado pero almenos parecía una novia. No había pensado en las flores... De hecho Pitus es en lo único que ha pensado. Su intención es que si queria llevara su rosa y asi lo he hecho. Yo he salido con mi vestido y él muy dulce me ha dicho que estaba muy guapa. Nada en este matrimonio ha sido normal pero para mí ha sido la boda más bonita del mundo porque ¡¡es la mia¡ Lo que más me ha sorprendido es ver que él estaba igual que al despertarme. Y me ha mirado como si yo dijera una tontería cuando le he preguntado si no se pensaba vestir para la boda. Él queria casarse así.
--por favor... ponte guapo para mi...
--es que ahora estoy feo...? --me dice con cara de travieso.
Yo no me he podido resistir. Lo he abrazado y lo he besado pero no le he dejado que me cambie de tema.
--ya sabes lo que te digo...
--pero es que no tengo nada que ponerme...
Ya sé que él no se toma esta ceremonia en serio, que es un puro trámite pero nunca lo he visto en traje y me hacia ilusión. Almenos se ha dejado poner un abrigo naranja que casi ni usa.
--también quieres que me afeite...? --me pregunta un poco de reproche.
Yo lo he mirado y he suspirado:
--eres el novio más guapo.
él me ha guiñado el ojo y me ha besado. Hemos ido con los niños al Registro Civil. Unos funcionarios han sido los testigos. También nos han sacado unas fotos. Pitus decía que no era necesario pero para mí era importante. Nunca había estado en una boda por el civil, sólo lo he visto en las películas. Ha sido todo muy sencillo. Está el juez con un secretario en la mesa y nosotros delante. No ha durado más de 15 minutos. El juez ha leido nuestro nombres, los de los testigos. Que si los deberes, que si los derechos. Luego unos artículos del código civil y hemos firmado y ya está. ¡Ya estábamos casados¡. Yo no me lo podia creer. No hacia más que mirarlo y decirle ¿en serio ya está? Pitus me sonreia dulce y me contestaba:
--sí, no es lo que querias?
Yo casi no me atrevía a tocarlo. Sentir que era mi marido era algo tan grande. Pitus no dejaba de reir:
--¡¡que nada ha cambiado por firmar un papel¡
Pero para mí sí era especial. Todo ha cambiado. Para mí es muy importante sentir que es mi marido.
Lo mejor del día. A solas en el dormitorio. Él me mira casi con miedo. Es un bello muñeco solo para mi y que me deja hacerle lo que quiera. Que placer desnudarlo mientras gozaba de ese cuerpo.... Ha sido una boda sencilla pero ha sido la de verdad. Es una luna de miel en casa pero es una luna de miel de verdad porque gocé mucho de la anterior, nació mi hijo pero es tan lindo casarse y ser feliz. Hacer el amor con una persona que sabes que es tu marido. Son sensaciones que experimento por primera vez y merece la pena.
27 abril 2002
Soy basura, soy la peor de las mujeres. Me merezco lo peor. Mi vida es perfecta, Pitus es muy bueno conmigo ¡¿¿¿como le he hecho una cosa así? ¡¡y con una rata¡
Hubiera querido que mi luna de miel no acabara nunca. Ha sido tan bonito tener a Pitus sólo para mí. Compartirlo con los niños. Hacer el amor todas las noches pero lo bueno acaba. Hoy ya ha vuelto al trabajo. ¡Es que ni por boda toma los permisos que le corresponden¡ Desde luego que me gustaría que fuera un poco menos responsable y poder disfrutar más de él pero bueno que peor soy yo. No lo merezco. Fuimos con los niños ayer en la tarde a ver a mi padre. El pobre se quedó con una cara.
--¿¿como que te has casado?
No ha dicho nada porque no le he podido sacar de la cabeza que no estoy embarazada y claro sea como sea que yo tenga el apellido de un hombre pues lo tranquiliza. Un hijo de Pitus, no sé. Yo no me lo planteo. Él sí, tiene demasiado claro que nunca. A veces Pitus tiene unas cosas. La cuestión es que mientras Pitus trabajaba yo he ido a mi casa de Teià a buscar algunas cosas. Los niños estaban entretenidos jugando. Han llamado a la puerta. Era Narciso. Sabía que nada bueno me iba a traer... ¿¿¡porqué lo dejé pasar?¡ ¡¡es que ese imbécil no se cansa de humillarme y encima yo le deje que me utilice¡ Con cinismo me ha dicho que no se podría creer que alguien se hubiera casado con una perra como yo. Almenos ha sido más fino. Yo con orgullo he defendido con orgullo mi matrimonio. Narciso se ha reido:
--almenos no te ha dejado con la barriga... ¿y esta vez sí que sabes quien es el padre?
Yo lo he golpeado y él me ha besado. Yo me he derretido en sus brazos. Me da rabia que él crea que lo que buscaba era acostarme con él pero es que yo de imbécil le ayudo a que crea eso ¡¡es que no tengo dignidad¡¡ Narciso me miraba seductor. Me decía que lo que no me perdonaba es haberle privado de darme la despedida de soltera que merezco. Su tono como me decía hermanita era repugnante. Me miraba con cara de degenerado y yo en vez de asquearme ¡¡estaba excitada¡ ¡¡¿¿como pude...?¡¡ ¡sí es odioso¡ Su aliento sobre mi rostro me embriaga. El muy cerdo hacía gestos obscenos que me volvían loca. Me sonreía lascivamente:
--pero nunca es tarde...
Algo dentro de mí me decía que huyera pero me gustaba demasiado lo que veia. Aunque ahora sienta asco y culpa la verdad es que he gozado como nunca.
--tú fuiste mi regalo en mi despedida de soltero y ahora yo soy el tuyo.
Yo lo queria rechazar pero me ha sido imposible.
--me encantan las tetas de las preñadas... --jadea él.
--no seas cochino... además no estoy preñada... --he dicho molesta.
--yo te conozco... sé que sí...
Él jadea, me decía perra. Me insultaba. Se desnudaba y yo de imbécil que soy en vez de rechazarlo estaba bien cachonda y he sido si esclava sexual. Hemos ido al dormitorio. En esa misma cama en la que he estado con Pitus ¡¡¿como pude?¡ ¡¡pero nunca esa cama ha sido testigo de tanto placer¡ Ha sido increible. He podido disfrutar de su cuerpo... ¡¡Es guapisimo, tiene un cuerpo perfecto¡ ¡¡Su verga es deliciosa y lo mejor es que sabe romperte de placer¡ Él se ha quedado en la cama. Sonriéndose diciendose así mismo: ¡¡que grande soy¡ ¡¡soy irresistible¡ No me gustaba su mirada pero la verdad es que estaba extasiada. En sus brazos me sentía en el cielo. No quería que ese momento acabase nunca. ¿¿¡porqué tiene que estropear él siempre las cosas? ¿porqué tiene que ser tan soberbio.
--dime una cosa... te casaste por despecho pero ¿por Lucas o por mi?
Había un orgullo en su cara. ¡Es que es un imbécil...¡ Yo le he dicho que Lucas no existe y que él para mí no es nada, sólo un buen polvo. Se ha molestado. Se ha levantado de la cama. Se ha vestido a toda prisa. Lo más bonito que me ha dicho ha sido puta. No puedo negar que hemos pasado un buen rato pero aunque en el sexo nos llevemos bien fuera no nos soportamos. Me ha sabido mal pero almenos creo que es la primera vez que yo lo he hecho enojar. Me ha llevado al paraiso pero ahora he caido en el infierno. Pitus es mi purgatorio. Mi paz. no lo puedo perder. Tenia miedo de que me notara algo cuando nos hemos visto en la noche pero el pobre está demasiado cansado. Necesito borrar con el cuerpo de Pitus las huellas de Narciso pero no. "¡que si ya lo hemos hecho suficiente, que estoy cansado¡" ¿¿pero que le pasa a Pitus?
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